CAPÍTULO 1INFORMACIÓN GENERAL
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Estimulación
•Las taquicardias ventriculares o supraventriculares se pueden interrumpir con un
marcapasos, pero la cardioversión sincronizada es más rápida y segura en situaciones de
emergencia o de insuficiencia circulatoria aguda.
•Después de una parada cardíaca prolongada o en otras enfermedades con depresión
miocárdica puede producirse una actividad eléctrica sin pulso. En ese caso, la estimulación
puede producir respuestas del ECG sin contracciones mecánicas eficaces, lo que significa
que es preciso aplicar otro tratamiento.
•La estimulación puede provocar respuestas repetitivas no deseables, así como taquicardia
o fibrilación en presencia de hipoxia generalizada, isquemia miocárdica, toxicidad a
fármacos cardíacos, desequilibrio electrolítico u otras cardiopatías.
•Sea cual sea el método de estimulación, este tiende a inhibir la ritmicidad intrínseca. La
retirada repentina de la estimulación, sobre todo en frecuencias rápidas, puede provocar una
parada ventricular, por lo que debe evitarse.
•La estimulación temporal no invasiva puede provocar molestias de intensidad variable que,
en ocasiones, pueden revestir bastante gravedad, por lo que debe evitarse su uso continuado
en pacientes conscientes.
•De manera similar, la inevitable contracción de los músculos esqueléticos podría causar
problemas a pacientes muy enfermos y limitar el uso continuo a unas pocas horas. Con
frecuencia aparece eritema o hiperemia en la piel que se encuentra debajo de los electrodos
terapéuticos manos libres, aunque este efecto suele verse incrementado en la parte del
perímetro de dichos elementos. Además, este enrojecimiento disminuye de forma
significativa en el plazo de 72 horas.
•Se han dado casos de quemaduras debajo del electrodo anterior al aplicar el marcapasos
a pacientes adultos que presentan una reducción significativa del flujo sanguíneo de la piel.
En tales situaciones, es preciso evitar la aplicación prolongada del marcapasos, así como
revisar periódicamente la zona de la piel que está en contacto con el electrodo.
•También se han descrito casos de inhibición transitoria de la respiración espontánea en
pacientes inconscientes con unidades que estaban disponibles previamente y en los que el
electrodo anterior se colocó en una posición demasiado inferior del abdomen.
•La determinación de la frecuencia del marcapasos puede verse afectada negativamente por
la presencia de artefactos. Si la visualización del ritmo cardíaco y del pulso del paciente
difiere notablemente, es posible que no se estén administrando pulsos de estimulación
externa cuando sea necesario.
•Los artefactos y el ruido de ECG pueden hacer que la detección de la onda R no sea fiable,
lo que afectaría al medidor de RC y a la frecuencia del marcapasos en modo de demanda.
Observe siempre atentamente al paciente durante las operaciones de estimulación.
Considere el uso del modo de estimulación asíncrona si no es posible obtener un trazo de
ECG fiable.
•No conviene utilizar la estimulación transcutánea para tratar la fibrilación ventricular. En
caso de fibrilación ventricular, se aconseja la desfibrilación inmediata.
•La estimulación transcutánea puede provocar incomodidad de suave a severa, dependiendo
del nivel de tolerancia del paciente, sus contracciones musculares y la colocación de los
electrodos. En ciertos casos, puede disminuir la incomodidad cambiando ligeramente la
colocación de los parches de estimulación.
•Es importante monitorizar al paciente atentamente para verificar que se están produciendo
capturas mecánicas y eléctricas. La captura eléctrica puede comprobarse observando la
presencia de un gran latido ectópico tras la administración del pulso de estimulación. El
tamaño y la morfología del latido dependen del paciente. En algunos casos, el latido puede
aparecer como un pulso QRS de aspecto relativamente normal. La captura mecánica puede
verificarse mediante la comprobación de signos de aumento del flujo sanguíneo, esto es,
enrojecimiento de la piel, pulsos palpables, aumento de la presión sanguínea, etc. No deje de
observar al paciente durante la administración de estimulación, para asegurarse de que se
mantienen las capturas. No deje al paciente sin supervisión mientras administra la terapia de
estimulación externa.