Instalación y servicio
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• Asegúrese de que el aparato se instala directamente contra una pared con una
superficie resistente al calor para que nadie pueda tocar directamente la parte
trasera del aparato. ¡Riesgo de quemaduras!
• El aparato debe estar al menos a 2 m de distancia de la radio, la televisión, etc.
para no provocar interferencias.
Conexión a la electricidad
• Compruebe que los datos técnicos del aparato (ver placa de identificación)
corresponden a los datos de la red eléctrica local.
• Conecte el aparato a una toma de corriente individual con un contacto de
protección suficiente. No conecte la clavija a un ladrón.
• Coloque el cable de tal manera que nadie pueda pisarlo o tropezar con él.
5.2 Conceptos básicos para cocinar en el microondas
En lugar de la tradicional fuente de calor, en el microondas hay una lámpara que
emite ondas electromagnéticas. Las ondas, al igual que las de radio, son invisibles.
Se pueden ver sólo sus efectos. Las ondas pueden penetrar materiales como el
cristal, la porcelana, materiales plásticos y papel. Debido a que estos materiales no
contienen agua, grasa ni aceite, no se calientan en el microondas.
Las microondas penetran en las moléculas de agua, aceites o grasas y las hacen
vibrar. Como resultado de la fricción se crea calor, que es utilizado para cocinar,
calentar o descongelar.
Al cocinar con microondas, el calor estará en el interior del producto cocinado, al
contrario de los procesos de cocción o asado, en el que el calor proviene de fuera.
Si el aparato no está estropeado, la energía creada por el aparato remane en su
interior y no perjudica al usuario.
• Deben introducirse con cuidado los alimentos en el microondas, los pedazos
más grandes deben colocarse hacia el exterior.
• Recuerde el tiempo de preparación. Es mejor seleccionar el tiempo más corto
posible y en caso de necesidad, alargarlo. Un plato cocinado durante
demasiado tiempo puede incendiarse o provocar humo.
• Deben taparse los alimentos al cocinar. De este modo, se calientan
uniformemente y no salpican.
• Al cocinar, dar la vuelta a los alimentos al menos una vez. De esta forma se
acelera el proceso de preparación, por ejemplo en pollos o hamburguesas.
Darle la vuelta a las porciones grandes, como por ejemplo asados, al menos
una vez.
• Debe darle la vuelta a alimentos como las albóndigas, a la mitad de tiempo de
preparación, removerlas de dentro para fuera y viceversa.