39
¿Dónde aprende sobre moral y sobre qué está bien y es adecuado? Estos principios no son
solo algo que sus padres le han enseñado, sino que son comportamientos aprendidos mirando
y escuchando a otra gente.
Si no oye bien, es difícil obtener una impresión precisa de lo que ve y oye alrededor de usted.
Puede ser más difícil formar sus propias ideas de lo que está bien y mal. Para su hijo será más
fácil aprender si habla abiertamente sobre estas cosas con él o ella.
Aprendizaje de nuevas palabras y conceptos
Los niños con pérdida auditiva pueden necesitar un apoyo adicional para aprender palabras
y conceptos nuevos. Es bastante fácil hablarles de objetos, pero enseñarles conceptos se
presta a malentendidos y confusión.
No pueden oír los matices más sutiles del lenguaje. Por eso, a veces, entienden las cosas
de forma demasiado literal o, por el contrario, generalizan en exceso. Los conceptos como
el tiempo (segundos, minutos, horas, días de la semana, meses del año, etc.) pueden ser
muy difíciles de entender, por lo tanto tal vez tenga que encontrar diferentes formas
de explicárselo.
Un ejemplo típico de malentendido del lenguaje es cuando un niño pregunta a su madre
"¿Cuántas arañas tienen ojos?" Lo que realmente quería decir es "¿Cuántos ojos tienen las
arañas?" En este tipo de situación, intente dibujar o utilizar imágenes que ilustren lo que
intenta explicar.
También puede mirar vídeos de programas de entretenimiento para niños o programas sobre
animales en televisión. Mírelos con ellos y utilice la oportunidad para explicar y hablar sobre
lo que están mirando. Por la noche, léale cuentos antes de dormir. Tienen más de una utilidad.
Ayudan a desarrollar el lenguaje de su hijo. Proporcionan una valiosa información. Desarrollan
la curiosidad natural de los niños. Incluso puede coger fotos de vacaciones, la familia,
mascotas y cosas que haya hecho y ponerlas en un libro para hablar sobre ellas más adelante.
Cuando haya acabado de leer, acuérdese de dejar una luz encendida. Los niños con oído
normal todavía pueden oír la televisión y el tintineo de una cuchara en una taza de café
cuando las luces están apagadas, pero los niños con pérdida auditiva aprecian la sensación
de seguridad que una luz nocturna puede ofrecer.