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1 / A LA ATENCIÓN DEL USUARIO
LA COCCIÓN AL VAPOR
Generalidades
La cocción al vapor es altamente benéfica si se sigue el modo de utilización. Sana y natural, la
cocción al vapor conserva el sabor de los alimentos. Una salsa ligera o hecha con hierbas
aromáticas bastará para darle un toque diferente a sus comidas.
La cocción al vapor no transmite ningún olor, por lo que no es necesario agregar hierbas
o especias para aromatizar el agua de cocción. Sin embargo, puede perfumar un pescado
cocinándolo sobre un lecho de algas o un ave con un ramillete de romero o estragón.
Puede además cocinar simultáneamente carnes, pescados y verduras.
Le permite recalentar pastas, arroz y puré sin alterar su consistencia y sin resecarlos.
Facilita la cocción de cremas, flanes, pasteles de arroz... cubiertos con papel de aluminio; el
agua de condensación no los reblandece.
No es necesario salar los alimentos antes de cocinarlos, ni siquiera añadir sal al agua de cocción.
Para que las carnes tengan un aspecto más suculento, coloque mantequilla en una sartén y
dórelas rápidamente por cada lado.
Comparada con la cocción en agua, las ventajas de la cocción al vapor son innumerables:
Es rápida: la cocción se inicia inmediatamente, mientras que al cocinar alimentos en un
recipiente con agua, contamos el tiempo de cocción a partir del momento en que empieza a
hervir el agua.
Es dietética: los alimentos conservan sus vitaminas (sobre todo las denominadas hidrosolubles)
y sales minerales, ya que apenas se disuelven en el agua condensada que los envuelve.
Además, este tipo de cocción no necesita ningún tipo de materia grasa.
El vapor respeta el sabor de los alimentos, ya que no agrega ni olor, ni sabor a quemado
o tostado, ni tampoco lo disminuye al no haber disolución en el agua.
Desventaja: si desea cocinar al vapor un pescado que no está fresco o un vegetal que ha pasa-
do una semana en el refrigerador, el resultado es simplemente catastrófico.
El vapor no transmite ni sabores ni olores; por lo tanto, no dude en ahorrar tiempo y dinero
cocinando al mismo tiempo un pescado y un postre, por ejemplo, colocándolos en el horno, uno
al lado del otro, evitando por supuesto cualquier tipo de contacto entre ambos.
El vapor es también ideal para blanquear, descongelar, recalentar o para mantener caliente los
alimentos, sobre todo las salsas.
Para que las carnes (ave, ternera, cerdo) adquieran un aspecto dorado apetitoso, saltéelas
primero en una sartén con un poco de mantequilla o aceite. Después, cocínelas al vapor.
Si corta los alimentos en trozos, se harán más rápidamente y de un modo más homogéneo que
si los deja enteros.
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