ESPANOL
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3 Advertencias
La unidad Radarmed 650+ solo debe ser utilizada por personal cualificado en fisioterapia,
rehabilitación o ámbitos similares.
La unidad Radarmed 650+ solo debe utilizarse bajo la supervisión continua de un médico o
profesional autorizado (solo EE. UU.).
Infórmese bien de las contraindicaciones (véase el capítulo 4).
El aparato no puede utilizarse cerca de equipo de onda corta (esto es, menos de 2 metros).
El aparato no puede utilizarse en las llamadas «salas húmedas» (salas de hidroterapia).
Está contraindicado su uso en pacientes con marcapasos o electrodos y debe mantenerse alejado
de todas las salas donde se utilicen unidades de microondas.
Las personas que no estén bajo tratamiento deben permanecer a una distancia superior a 1,5 m
del radiador cuando la unidad esté en funcionamiento.
El aparato no debe utilizarse si se han administrado anestésicos inflamables.
Durante el tratamiento, existe un campo de alta frecuencia en la dirección de radiación del radiador
que puede calentar los objetos metálicos y provocar el funcionamiento defectuoso del equipo
electrónico. Por ello, las personas que se encuentren dentro de esta zona deben quitarse los
objetos metálicos (como localizadores, audífonos, relojes, joyas y pendientes).
El radiador solo puede alinearse cuando no hay salida de energía. En todos los casos, la
dosificación debe establecerse solo cuando haya un paciente frente al emisor. De este modo, el
paciente absorbe adecuadamente la mayor parte de la energía de las microondas, reduciendo así
al mínimo el grado o interferencia.
Solo deben utilizarse accesorios originales. No está permitido el tratamiento con radiadores o
cables dañados (por ejemplo, deformación externa).
Trate los radiadores con cuidado. Un uso negligente puede afectar al campo electromagnético del
radiador.
Las sillas terapia, mesas o camas situadas dentro de la zona de radiación no deben ser de metal
ni contener partes metálicas o materiales de recubrimiento semiconductores, ya que podrían
calentarse. Se recomiendan sillas o camillas fabricadas en madera con recubrimientos textiles o
plásticos.
Antes del tratamiento, compruebe la sensibilidad al calor de la zona por tratar.
Antes de empezar el tratamiento, el paciente debe quitarse todas las prendas que contengan
metal (lurex) y sacar los artículos de metal de los bolsillos u otros artículos similares dentro de la
zona de radiación. Estos artículos incluyen anillos, cadenas, broches, pulseras, joyas, relojes,
pendientes, artículos con piezas metálicas como sujetadores, portaligas, corsés, audífonos y
prótesis metálicas y electrónicas, etc.
Las concentraciones de humedad se calientan más intensamente en la zona de tratamiento del
radiador. La transpiración aumenta si se llevan prendas sintéticas o de piel. Por ello, se
recomienda descubrir las partes del cuerpo que vayan a tratarse y secarlas en caso de
transpiración intensa (pliegues de la piel). Los vendajes secos pueden irradiarse con bastante
seguridad. No debe aplicarse diatermia en zonas cubiertas por apósitos húmedos o cinta
adhesiva.
Las partes del cuerpo con endoprótesis metálicas, como clavos intramedulares, esquirlas o juntas
metálicas, pasadores, espirales, placas craneales, empastes y coronas, alambres, etc. no deben
someterse a tratamientos o solamente a niveles de dosificación extremadamente bajos.
Al tratar partes estrechas del cuerpo (como la muñeca), debe garantizarse que el radiador está
configurado de modo que las partes sensibles del cuerpo (como los ojos o los testículos) no
queden dentro de la zona irradiada. En estos casos, se recomienda usar un radiador más
pequeño.
Debe permitirse al paciente adoptar una postura relajada y tranquila durante todo el tratamiento.
En el caso de los niños, lo mejor es desnudarlos completamente antes del tratamiento. Su
volumen físico exige un cuidado especial a la hora de calcular la dosificación y la comprobación
constante de su temperatura cutánea con la mano.
Ajuste siempre la dosificación según cada paciente y nunca en función de un plan establecido.
Cada paciente presenta una susceptibilidad diferente al calor y esta suele alcanzar un estado
estable transcurridos 5 minutos.
La sensibilidad del paciente al calor puede variar durante el transcurso de un tratamiento
(adaptación).
Es preciso avisar al paciente de que ha de comunicar si la sensación de calor aumenta. En ese
caso hay que reducir la dosificación.
La dosificación no debe aumentarse bajo ningún concepto porque disminuya la sensación de calor
durante el tratamiento.