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glioma, meningioma o neuroma
acústica, tumores cerebrales o de
las glándulas salivales, leucemia
u otros cánceres. Ninguno de los
estudios demostró la existencia de
ningún efecto dañino para la salud
originado en la exposición a RF
de los teléfonos inalámbricos. No
obstante, ninguno de los estudios
puede responder a preguntas
sobre la exposición a largo plazo,
ya que el período promedio de uso
del teléfono en estos estudios fue
de alrededor de tres años.
5. ¿Qué investigaciones se
necesitan para decidir si
la exposición a RF de los
teléfonos inalámbricos
representa un riesgo para la
salud?
Una combinación de estudios
de laboratorio y estudios
epidemiológicos de gente que
realmente utiliza teléfonos
inalámbricos sí proporcionaría
algunos de los datos necesarios.
Dentro de algunos años se podrán
realizar estudios de exposición
animal durante toda la vida. Sin
embargo, se necesitarían grandes
cantidades de animales para
proporcionar pruebas confiables
de un efecto promotor del
cáncer, si existiera. Los estudios
epidemiológicos pueden
proporcionar datos directamente
aplicables a poblaciones humanas,
pero puede ser necesario un
seguimiento de 10 años o más
para proporcionar respuestas
acerca de algunos efectos sobre
la salud, como lo sería el cáncer.
Esto se debe a que al intervalo
entre el momento de la exposición
a un agente cancerígeno y el
momento en que se desarrollan
los tumores, en caso de hacerlo,
puede ser de muchos, muchos
años. La interpretación de los
estudios epidemiológicos se
ve entorpecida por la dificultad
de medir la exposición real a RF
durante el uso cotidiano de los
teléfonos inalámbricos. Muchos
factores afectan esta medición,
como el ángulo al que se sostiene
el teléfono, o el modelo de teléfono
que se usa.