Aprendiendo a contar en el frutal
Un emocionante juego didáctico con el que practicar los números del 1 al 24. Para 2 – 4 jugadores.
Un emocionante juego didáctico con el que practicar los números del 1 al 24. Para 2 – 4 jugadores.
Aprendiendo a contar en el frutal
Aprendiendo a contar en el frutal
Walter Matheis, Reiner Stolte (Puzzle)
¿Qué niño habrá reunido al fi nal de la partida el mayor número de frutas en su cesto?
Se reparten las frutas en los árboles correspondientes del tablero de juego.
Cada jugador recibe un cesto. Se colocan las 24 piezas del gran puzzle en torno
al tablero, con la cara que muestra los números boca arriba y en cualquier orden.
Se prepara el dado y se deja junto al tablero de juego.
En este juego no se necesitan las nueve piezas del puzzle del cuervo.
En cada pieza del puzzle hay un número, del 1 al 24. Además, en cada pieza están dibujados los puntos
correspondientes a cada número. Antes de jugar por primera vez, pueden leer ustedes los números con
sus hijos y contar juntos después los puntos. También se puede variar el abanico de números y jugar con
menos de las 24 piezas de que consta el puzzle.
Se juega por turnos en el sentido de las agujas del reloj.
Comienza el niño más pequeño tirando el dado.
¡Estupendo! El jugador coge la pieza del puzzle con el número 1 y se la coloca delante.
Ahora tiene dos opciones:
De esta manera, el jugador tiene la oportunidad de conseguir más piezas del puzzle en esa misma jugada.
En ese caso se coge siempre la pieza con el número inmediatamente superior y las va apilando encima de las
otras piezas ya reunidas. Pero ¡cuidado! Si aparece el cuervo en el dado, el jugador deberá devolver todas las
piezas conseguidas y colocarlas junto al tablero de juego. También se da por fi nalizado su turno.
Plantarse voluntariamente
El jugador debe cambiar ahora las piezas del puzzle por frutas. Por cada pieza del puzzle puede coger una
fruta cualquiera de las que están sobre el tablero de juego. Si no quedaran sufi cientes frutas, se tomarán
únicamente las que queden. A continuación vuelven a colocarse todas las piezas del puzzle junto al tablero.
- Al cambiar las piezas por las frutas, los niños deberían contar en voz alta.
- En lugar de contar cada una de las piezas del puzzle, los niños pueden intentar reconocer el número
que está en la pieza superior de la pila de piezas del puzzle conseguidas. Este número muestra
cuántas frutas se pueden coger en total.
¡Fantástico! El jugador debe coger las piezas del puzzle con los números 1 y 2 y colocárselos delante.
Entonces puede decidir, tal como se ha descrito anteriormente, si vuelve a tirar el dado o si se planta voluntariamente.
¡Qué pena! Se da por terminado el turno de este jugador. En el caso de que tuviera ya algunas piezas del puzzle,
las tendrá que devolver colocándolas junto al tablero de juego.
A continuación es el turno del siguiente jugador que tirará el dado.
La partida acaba cuando se recoge la última fruta del tablero de juego.
Gana la partida el jugador que tenga el mayor número de frutas en su cesto.
En caso de empate serán varios los ganadores.
Un emocionante juego didáctico con el que practicar los números del 1 al 24. Para 2 – 4 jugadores.
Un emocionante juego didáctico con el que practicar los números del 1 al 24. Para 2 – 4 jugadores.
Un emocionante juego didáctico con el que practicar los números del 1 al 24. Para 2 – 4 jugadores.
Un emocionante juego didáctico con el que practicar los números del 1 al 24. Para 2 – 4 jugadores.
Un emocionante juego didáctico con el que practicar los números del 1 al 24. Para 2 – 4 jugadores.
¿Qué niño habrá reunido al fi nal de la partida el mayor número de frutas en su cesto?
Se reparten las frutas en los árboles correspondientes del tablero de juego.
Cada jugador recibe un cesto. Se colocan las 24 piezas del gran puzzle en torno
al tablero, con la cara que muestra los números boca arriba y en cualquier orden.
Se prepara el dado y se deja junto al tablero de juego.
En este juego no se necesitan las nueve piezas del puzzle del cuervo.
En cada pieza del puzzle hay un número, del 1 al 24. Además, en cada pieza están dibujados los puntos
correspondientes a cada número. Antes de jugar por primera vez, pueden leer ustedes los números con
sus hijos y contar juntos después los puntos. También se puede variar el abanico de números y jugar con
menos de las 24 piezas de que consta el puzzle.
Se juega por turnos en el sentido de las agujas del reloj.
Comienza el niño más pequeño tirando el dado.
¡Estupendo! El jugador coge la pieza del puzzle con el número 1 y se la coloca delante.
Ahora tiene dos opciones:
De esta manera, el jugador tiene la oportunidad de conseguir más piezas del puzzle en esa misma jugada.
En ese caso se coge siempre la pieza con el número inmediatamente superior y las va apilando encima de las
otras piezas ya reunidas. Pero ¡cuidado! Si aparece el cuervo en el dado, el jugador deberá devolver todas las
piezas conseguidas y colocarlas junto al tablero de juego. También se da por fi nalizado su turno.
Plantarse voluntariamente
El jugador debe cambiar ahora las piezas del puzzle por frutas. Por cada pieza del puzzle puede coger una
fruta cualquiera de las que están sobre el tablero de juego. Si no quedaran sufi cientes frutas, se tomarán
únicamente las que queden. A continuación vuelven a colocarse todas las piezas del puzzle junto al tablero.
- Al cambiar las piezas por las frutas, los niños deberían contar en voz alta.
- En lugar de contar cada una de las piezas del puzzle, los niños pueden intentar reconocer el número
que está en la pieza superior de la pila de piezas del puzzle conseguidas. Este número muestra
cuántas frutas se pueden coger en total.
¡Fantástico! El jugador debe coger las piezas del puzzle con los números 1 y 2 y colocárselos delante.
Entonces puede decidir, tal como se ha descrito anteriormente, si vuelve a tirar el dado o si se planta voluntariamente.
¡Qué pena! Se da por terminado el turno de este jugador. En el caso de que tuviera ya algunas piezas del puzzle,
las tendrá que devolver colocándolas junto al tablero de juego.
A continuación es el turno del siguiente jugador que tirará el dado.
La partida acaba cuando se recoge la última fruta del tablero de juego.
Gana la partida el jugador que tenga el mayor número de frutas en su cesto.
En caso de empate serán varios los ganadores.
Plantarse voluntariamente
Plantarse voluntariamente
Plantarse voluntariamente