USO
Puesta en marcha y regulación de la temperatura
Introducir el enchufe en la toma de corriente. Abrir
la puerta del refrigerador y girar el mando del
termostato, situado en la parte superior derecha del
compartimento, en sentido horario, a una posición
distinta de la posición «
O» (parada). Hecho ésto, el
aparato se pone en marcha.
La regulación de la temperatura se consigue
girando el mando del termostato hasta la posición
deseada.
La posición intermedia es generalmente la más
indicada. La posición del mando del termostato más
adecuada depende de varios factores, como la
temperatura ambiente, la frecuencia de apertura de
las puertas, la cantidad de alimentos conservados y
la posición del aparato.
Girar el mando del termostato en sentido horario
hacia los números altos para obtener temperaturas
más bajas, y en sentido inverso para obtener
temperaturas más altas.
Congelación de los alimentos frescos
El compartimento está previsto para la
conservación durante largo tiempo de alimentos
congelados y para la congelación de alimentos
frescos. El poder de congelación es de 3 Kg/24 h.
Para la congelación de los alimentos no es necesario
variar la posición del mando del termostato respecto
a la que tiene habitualmente en el funcionamiento
normal. Sin embargo, si se quiere obtener una
congelación más rápida de los alimentos, girar el
mando del termostato hacia la posición de frío
máximo.
Con el mando en dicha posición, la temperatura del
compartimento refrigerante puede descender por
debajo de 0°C. Si ocurriere esto, volver a poner el
mando del termóstato a una posición que permita
una temperatura menos baja en el frigorífico.
Para obtener las máximas ventajas del proceso de
congelación aconsejamos lo siguiente:
congelar sólo alimentos de óptima calidad, frescos y
bien limpios.
Dividir todo en pequeñas porciones para facilitar la
rapidez de congelación y permitir la descongelación
sólo de las cantidades necesarias en cada ocasión.
Envolver los alimentos en láminas de aluminio o
polietileno, cuidando de que éstas queden bien
adheridas a los alimentos y perfectamente cerradas.
Los alimentos que se desea congelar han de
colocarse sobre la rejilla del compartimento; de esta
forma, su temperatura más alta no influirá sobre los
alimentos ya congelados anteriormente, situados
debajo.
No congelar nunca de una sola vez una cantidad de
alimentos superior a la indicada.
Durante la congelación no introducir nuevos
alimentos para congelar y no abrir frecuentemente
la puerta.
La congelación puede considerarse terminada a
partir de 24 horas de su comienzo.
En la contrapuerta del compartimento están
indicados esquemáticamente algunos tipos de
alimentos o animales con un número junto a ellos;
este número indica los meses de conservación del
correspondiente alimento desde el comienzo de la
congelación.
Importante
No poner en el compartimento de congelación
bebidas gaseosas, sus envases pueden estallar.
Una vez descongelados los alimentos, se han de
utilizar, pues de lo contrario se deteriorarían en
breve tiempo.
Conservación de los alimentos congelados
Consejos para la conservación de los alimentos
congelados:
no abrir frecuentemente la puerta del congelador y
no dejarla abierta más de lo necesario.
En caso de falta de corriente no abrir la puerta; si la
falta de corriente es breve, los alimentos no sufrirán
daños; de lo contrario consumirlos a la mayor
brevedad.
Reducir al mínimo el tiempo que pueda transcurrir
entre la adquisición de los productos congelados y su
colocación en el congelador.
Respetar los tiempos de conservación indicados por
el fabricante.
Descongelación
Los alimentos congelados, antes de ser utilizados,
pueden ponerse a descongelar en el compartimento
refrigerante o a temperatura ambiente, según el
tiempo del que se disponga para esta operación.
Si se trata de pequeñas porciones, pueden ser
cocinadas directamente apenas extraídas del
congelador, sin embargo de esta forma el tiempo de
cocción es más prolongado.