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¡Enhorabuena! Acaba de adquirir un producto
TCO’99 aprobado y certificado. Ha elegido un
producto desarrollado para uso profesional. Con
su compra, también ha contribuido a reducir el
detrimento del medioambiente y promover el
desarrollo de los productos electrónicos que
respetan el medioambiente.
¿Por qué ofrecemos ordenadores certificados como
respetuosos con el medioambiente?
En muchos países, la certificación de compatibilidad con el
medioambiente se ha convertido en un método establecido para
fomentar la adaptación de los bienes y servicios al
medioambiente. En el caso de los ordenadores y otros equipos
electrónicos, el problema principal es que las sustancias nocivas
para el medioambiente se utilizan tanto en los productos como en
su proceso de fabricación. Dado que no ha sido posible reciclar
satisfactoriamente la mayoría de los equipos electrónicos, es
posible que muchas de estas sustancias dañinas afecten a la
Naturaleza tarde o temprano.
También hay otras características de un ordenador, como los
niveles de consumo de energía, que son importantes desde el
punto de vista del entorno laboral (interno) y medioambiental
(externo). Dado que todos los métodos de generación de
electricidad convencional tienen efectos negativos en el
medioambiente (emisiones de ácidos y que afectan al clima,
residuos radiactivos, etc.), es vital conservar la energía. Los
equipos electrónicos que se encuentran en las oficinas consumen
una gran cantidad de energía, ya que suelen dejarse
continuamente en marcha.
¿Qué supone esta certificación?
Este producto cumple todos los requisitos del plan TCO’99, que
ofrece la certificación internacional y medioambiental de
ordenadores personales. El plan de certificación se desarrolló en
un esfuerzo común del TCO (Confederación sueca de empleados
profesionales), Svenska Naturskyddsforeningen (Sociedad sueca
para la conservación de la naturaleza) y Statens Energimyndighet
(Ministerio nacional sueco de energía).
Los requisitos abarcan un gran número de campos:
medioambiente, ergonomía, utilización, emisión de campos
eléctricos y magnéticos, consumo de energía y seguridad eléctrica
y contra incendios.
Las necesidades medioambientales requieren restricciones ante la
presencia y el uso de metales pesados, retardadores de llama
bromados y clorados, CFC (freones), disolventes clorados, etc. El
producto debe estar preparado para el reciclaje y el fabricante
está obligado a disponer de un plan medioambiental que se
deberá cumplir en cada país en que la empresa ejerza su
actividad. Las estipulaciones sobre energía exigen que el
ordenador o la pantalla, tras un período concreto de inactividad,
reduzcan su consumo de energía a un nivel inferior en uno o
varios grados. El tiempo para rehabilitar el ordenador dependerá
de las necesidades del usuario.
Los productos certificados deben cumplir unos estrictos requisitos
medioambientales, por ejemplo, respecto a la reducción de
campos eléctricos y magnéticos, la ergonomía física y visual y la
utilización adecuada.
Requisitos medioambientales
Retardadores de llama
Las placas de circuito impreso, los cables, hilos de corriente,
cubiertas y carcasas contienen retardadores de llama que
retardan la propagación del fuego. Hasta un treinta por cien del
plástico que contiene la cubierta de un ordenador pueden ser
sustancias retardadoras de llama. La mayoría de los retardadores
de llama contienen bromo o cloruro y éstos están relacionados
con un grupo de toxinas medioambientales, las PCB, que se
consideran altamente nocivas para la salud, incluso para la
capacidad reproductora de los pájaros y mamíferos piscívoros,
debido a procesos bioacumulativos*. Se han detectado
retardadores de llama en sangre humana y los expertos temen
que puedan afectar al desarrollo del feto.
El plan TCO’99 exige que los componentes de plástico cuyo
peso supere los 25 gramos no deben contener retardadores de
llama con cloruro ni bromo asociado orgánicamente. Está
permitido utilizar retardadores de llama en las placas de circuito
impreso, ya que no hay productos sustitutivos disponibles.
Plomo**
Puede encontrarse plomo en los tubos de imagen, pantallas,
soldaduras y capacitores. El plomo daña el sistema nervioso y,
en dosis elevadas, causa envenenamiento.
TCO’99 permite incluir el plomo en los productos, ya que aún no
se ha desarrollado ningún componente sustitutivo.
Cadmio**
El cadmio se encuentra en las pilas recargables y en las capas
generadoras de color de algunas pantallas de ordenador. El
cadmio daña el sistema nervioso y, en dosis elevadas, es tóxico.
TCO’99 establece que las pilas, las capas generadoras de color
de las pantallas y los componentes eléctricos y electrónicos no
deben contener cadmio.
Mercurio**
El mercurio suele encontrarse en la pilas, los relés y los
interruptores. Daña el sistema nervioso y es tóxico en dosis
elevadas.
TCO’99 establece que las pilas no pueden contener mercurio.
También exige que no haya mercurio en ninguno de los
componentes eléctricos o electrónicos asociados con la unidad
de visualización.
CFC (freones)
Los CFC (freones) se suelen utilizar para lavar las placas de
circuito impreso. Los CFC dañan el ozono y destruyen la capa
de ozono en la estratosfera y, como consecuencia, la Tierra
recibe más luz ultravioleta, lo que aumenta el riesgo de cáncer
de piel (melanoma maligno).
Es requisito indispensable de TCO’99 que no se utilicen CFC ni
HCFC durante la fabricación y el montaje del producto o de su
embalaje.
*Se denominan “bioacumulativas” las sustancias que se
acumulan en organismos vivos.
**El plomo, el cadmio y el mercurio son metales pesados
bioacumulativos.
Para obtener información detallada sobre el documento relativo
a los criterios medioambientales, diríjase a:
TCO Development Unit
SE-114 94 Stockholm
SUECIA
FAX: +46 8 782 92 07
También obtendrá información actualizada sobre los productos
aprobados y certificados por TCO’99 visitando su página web:
http://www.tcodevelopment.com
TCO’99 (Modelo negro)
(traducción de la normativa TCO’99 en inglés)